Los llamados textiles inteligentes, como muchos productos e innovaciones, deben su rápido desarrollo a la industria aeroespacial y militar, que llevan décadas invirtiendo en la búsqueda de soluciones para hacer frente a diversos problemas, entre otros las condiciones ambientales extremas. Estas inversiones han supuesto la aparición de dos áreas diferenciadas: “Los Textiles de Uso Técnico (TUT)” y “Los Textiles Inteligentes y Tejidos Interactivos (SFIT)”.
Los textiles de uso técnico supusieron un importante salto cualitativo. Los tejidos no servían únicamente para vestir a las personas, sino que proporcionaban otros variados usos. Los denominados “geotextiles”, ampliamente utilizados en la industria civil para construcción de carreteras o impermeabilización de balsas, son un buen referente de ellos. Podríamos definirlos como aquellos concebidos para un uso o aplicación específica donde se requiere unas propiedades técnicas exigentes concretas, como por ejemplo resistencia mecánica, resistencia térmica, resistencia a los rayos UV o IR, aislamiento… En buena medida podemos considerarlos los verdaderos precursores de los textiles inteligentes. Algunos conocidos textiles de uso técnico con los que ya estamos muy familiarizados son las microfibras, los elastanos o las membranas impermeables y transpirables.
Por otro lado, encontramos los textiles inteligentes, también denominados tejidos funcionales, activos o interactivos. Al igual que los anteriores estos textiles llevan ya unos años de desarrollo, sin embargo debido a los costes de producción su introducción en el mercado del ocio es más lenta, aunque por el contrario gozan de gran aceptación en otros sectores como el de la medicina o la moda. En una primera aproximación, los textiles inteligentes son aquellos que alteran su naturaleza y modifican algunas de sus propiedades, gracias a la incorporación de dispositivos electrónicos o de materiales inteligentes; para conseguir estos resultados trabajan en combinación con otras tecnologías como la nanotecnología, la microelectrónica o la biotecnología. Formalmente se definen como textiles que pueden detectar y reaccionar a condiciones medioambientales o a estímulos mecánicos, térmicos, químicos, eléctricos o magnéticos.
Autor: Alberto Ayora
Fuente: Desnivel.com