Se dan tres tipos de ligamentos: ligeros o pesados, según que la cubriente sea más de trama que de urdimbre, y neutros si la cubriente es a partes iguales.
En los tejidos de calada existen variaciones en la apariencia o textura de las telas, estas se definen por el curso o movimiento en que se intercalan los hilos de urdimbre y trama, estas variantes del tejido se denominan ligamentos.
LIGAMENTO DE TAFETÁN: Es la textura más simple. Su curso consta de 2 hilos y de 2 pasadas, evolucionando unas y otras en alternancia. Es un ligamento neutro. El método básico de tejido, en el que cada hilo de la urdimbre se entrelaza con el hilo de la trama, se denomina tejido liso o de tafetán.
LIGAMENTO DE SARGA: Presenta bordones inclinados en sentido diagonal hacia la izquierda o hacia la derecha, según sea su escalonado. El tejido cruzado se caracteriza por las líneas diagonales muy marcadas producidas por los hilos. Este efecto puede observarse en tejidos como la espiguilla, el cheviot, el twill, la gabardina, la mezclilla o denim y en el dril. El tejido cruzado proporciona a la tela una gran resistencia, útil para prendas de trabajo.
LIGAMENTO DE RASO: Es un ligamento simple cuyos puntos de ligadura quedan separados y equidistantes entre sí. Produce una superficie más deslizante que los otros. Los tejidos de raso o satén (satín) tienen una textura más densa que los tejidos cruzados, pero su principal característica es la suavidad que se consigue a expensas de la resistencia. Los más conocidos son el satén de crespón o crepé satín, la piel de ángel, el raso y el damasco.
Fuente: Procesos Textiles-